Esta semana oramos por
Las criadas y los sirvientes cristianos
Que trabajan en casas de musulmanes
En los últimos años, los habitantes de varios países musulmanes han experimentado una prosperidad excesiva, debido a los petrodólares y otras fuentes de ingresos. Algunas pruebas de esta prosperidad son las casas palaciegas, los coches extravagantes, la abundancia de empleados domésticos, etc.
Muchas familias acomodadas se han vuelto extremadamente dependientes de la mano de obra importada para sus hogares. Algunas criadas y sirvientes proceden de países con libertad o relativa libertad para el Evangelio, como Filipinas, India, Sri Lanka y Tailandia.
La Biblia cuenta la historia de una muchacha israelita cautiva que trabajaba como criada en la casa del jefe de los ejércitos de Aram. Ella testificó a su amo humildemente, pero con eficacia, sobre el poder del Dios verdadero. Su amo se curó y se convirtió para adorar a ese Dios verdadero (2 Reyes 5:1-19).
Se calcula que hay dos millones de criadas asiáticas trabajando en los estados árabes del Golfo Pérsico. Algunas de esas empleadas domésticas son cristianas nacidas de nuevo, y la experiencia está demostrando que pueden ser una gran fuerza misionera para testificar poderosamente con sus vidas y sus palabras.
Oración
Oh Pastor de los humildes y de los pobres, te traigo en oración a estas criadas y siervos cristianos que trabajan en hogares musulmanes. Sé su fuerza y su escudo, oh Señor Dios. Protégelos del enemigo que intenta derrotarlos y destruirlos.
Dales amor y compasión por sus empleadores. Ayúdales a ser honestos y veraces. Llénales de tu Espíritu para que vivan una vida que honre el nombre de Jesús. Inunda sus almas de valor para proclamar la mayor historia jamás contada y el poder liberador de la cruz.
Ayúdales en esas tierras espiritualmente estériles a encontrar asociaciones cristianas adecuadas que les alimenten y les ayuden a crecer y a continuar en su fiel servicio a ti. En tu precioso nombre te pido.
Promesa
Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil. (Isaías 40:29, NVI). Yo mismo los fortaleceré, y ellos caminarán en mi nombre… (Zacarías 10:12, NVI).