Esta semana oramos por el concepto de la
Hisbah
¿Te has preguntado por qué algunos padres, hermanos o primos musulmanes están dispuestos a matar a una mujer de su propia familia? Aquí está la respuesta: En el islam, el concepto de hisbah enseña que Dios ha designado a los hombres musulmanes para que sean jueces sobre su familia, amigos y vecinos con el fin de asegurar que todos se adhieran a la religión del islam y cumplan con todos sus requisitos (Corán 9:71; también 3:104). El deber de toda la comunidad islámica, así como el de cada uno de sus miembros, es cumplir con esta tarea.
Hisbah es una palabra árabe que se relaciona con la responsabilidad y el ajuste de cuentas. En la hisbah, una persona se inmiscuye en la vida personal de otro individuo y le obliga a adoptar determinadas creencias y comportamientos bajo pena de muerte. Mahoma dijo: “Quien vea un mal debe cambiarlo con su mano [usando la fuerza]. Si no puede hacerlo, entonces con su lengua [mediante la enseñanza]. Si aún no puede hacerlo, entonces con su corazón [mediante el amor y la compasión], que es la forma más débil de fe” (Hadiz).
Hay cuatro elementos en la hisbah: el error, la persona que lo comete, el juicio y las personas que lo dictan y lo llevan a cabo. Los numerosos componentes de este procedimiento incluyen el uso de consejos, palabras duras, amenazas, aislamiento, palizas, violencia física, tortura y, finalmente, el asesinato (compárese con Romanos 2:1).
Oración
Padre misericordioso y compasivo, eres paciente y lleno de amor y gracia. Somos pecadores. Sin tu gracia, todos estaríamos condenados y perdidos. Sin la cruz de Jesús, todos seríamos miserables y desdichados.
Tu Palabra nos dice: “Solo Dios es el Juez. Solo Él tiene el poder de salvar o destruir. Entonces, ¿qué derecho tienes a juzgar a tu prójimo?” (ver Santiago 4:12).
Así que hoy te traigo a un pueblo que se ve a sí mismo como juez sobre los demás. Ayúdales a darse cuenta de cómo los ves Tú, y que experimenten tu gracia gratuita. Perdónales su pecado. Abre sus ojos para que puedan ver y sus oídos para que puedan oír que Dios ha venido en Cristo. Nos ha visitado para redimirnos y ayudarnos a todos.
Derrama tus bendiciones sobre los musulmanes de toda condición, de toda convicción y de toda sociedad. Muéstrales tu rostro. Llévalos a la cruz. Llénalos de tu Espíritu Santo. Oh, gran Pastor de las ovejas, haz que se acuesten en verdes pastos, condúcelos junto a aguas tranquilas y guíalos por caminos de justicia. Por tu nombre, amén.
Promesa
Porque el Señor es nuestro guía; el Señor es nuestro gobernante. El Señor es nuestro rey: ¡Él nos salvará! (Isaías 33:22, NVI).