Esta semana oramos para que los musulmanes que se convierten sean llenos del
Espíritu Santo
Antes de ascender al Padre, Jesús prometió enviar al Espíritu Santo para que fuera nuestro Consolador y Guía y nos diera el poder de dar testimonio de Él. Esa promesa se cumplió el día de Pentecostés. Este fin de semana celebraremos el domingo de Pentecostés para conmemorar el don del Espíritu de Dios a la Iglesia. Solo el poder del Espíritu Santo puede atraer a la gente a Cristo y capacitar a los creyentes para lograr grandes cosas en la vida cotidiana, en la evangelización y en las misiones.
A lo largo de los siglos, el Espíritu Santo ha revelado a Cristo a muchos musulmanes en diferentes partes del mundo mediante milagros, visiones y sueños. La gran afluencia de musulmanes que vinieron a Cristo en Indonesia en los años 60 y 70, y actualmente en algunas partes de África, puede atribuirse principalmente a la poderosa obra del Espíritu Santo.
Oración
Oh Dios, Espíritu Santo, ven a los musulmanes convertidos a Cristo y llénalos con tu poder y tu presencia. Cumple con ellos la promesa de Jesús sobre Pentecostés. Espíritu Santo, santifícalos, guíalos a la verdad y ayúdales a llevar una vida cristiana victoriosa. El ambiente que les rodea es muy hostil al Evangelio, y necesitan la plenitud del Espíritu para perseverar en su compromiso contigo.
Ayúdales a orar por los demás y a interceder por el mundo perdido. Inspíralos con celo y poder para que den testimonio de Cristo, difundan el Evangelio por toda la tierra y demuestren la majestuosidad de Dios mediante señales y maravillas.
Te pido que llegue el momento en que “la tierra se llene del conocimiento de la gloria del Señor como las aguas cubren el mar” (Habacuc 2:14).
Oro en el poderoso nombre de Jesús. Amén.
Promesa
Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán sueños los ancianos y visiones los jóvenes. (Joel 2:28, NVI).