Viernes, 10 de marzo de 2023

Viernes, 10 de marzo de 2023

Esta semana oramos por el país de
 El Líbano

Hace dos siglos, los misioneros de Occidente comenzaron a llegar a Oriente Medio y el Líbano fue la zona que prefirieron. Formaba parte de Siria y estaba bajo el dominio otomano (turco). Con la ayuda de Dios y bajo el poder del Espíritu Santo, los misioneros vieron una gran cosecha durante varias décadas. Aunque no muchos de nosotros hemos oído hablar de ellos, personas como Bliss, Jessup, Smith y Van Dyck son luminarias en los anales de los misioneros. Lo sacrificaron todo, sufrieron mucho y lucharon contra las amenazas, el hambre, las enfermedades y muchos otros problemas. Dios, en su misericordia, los agració con grandes resultados. Tradujeron la Biblia al árabe clásico, fundaron iglesias, establecieron instituciones educativas y publicaron gran cantidad de literatura cristiana.

Además, el Líbano ha sido el hogar de muchos mártires que murieron a causa de su fe, como Asaad Shediak y Kamil al-Aytani, que fueron asesinados en la flor de la vida solo porque decidieron seguir a Cristo.

Este país ha sido favorecido con:

1. La belleza natural del mar, las montañas, los ríos, la nieve, los bosques y el verdor.

2. Cierto grado de libertad religiosa.

3. Ser el más democrático de todos los países árabes.

Sin embargo, ha sufrido continuamente los efectos devastadores de las convulsiones políticas, las luchas sectarias y partidistas, las guerras civiles y el derramamiento de sangre.

Oración

Padre nuestro que estás en los cielos, te damos las gracias por aquellos héroes que vinieron a Oriente Medio para ofrecer a Cristo a un pueblo que estaba sumido en las tinieblas del islam y de las tradiciones. Gracias por el trabajo que se está realizando ahora en el Líbano. Oro para que la gente de allí abra sus corazones a Cristo.

Ayuda a la gente a darse cuenta de que la miseria causada por el fanatismo y el sectarismo no terminará a menos que Cristo sea coronado como Rey sobre sus vidas.

Promesa

Florecerá y se regocijará: ¡gritará de alegría! Se le dará la gloria del Líbano, y el esplendor del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios. (Isaías 35:2, NVI).