Viernes, 3 de febrero de 2023

Los cristianos de muchos países viajan por todo el mundo. Y un buen número de ellos van a países musulmanes. Cuando el Espíritu Santo nos llena de celo divino por los perdidos, ¡qué fuerza poderosa podemos ser para dar testimonio de nuestro Señor y Salvador!

Si tenemos la unción del Espíritu Santo y la valentía de abrir nuestra boca, nos sorprenderá ver cómo Dios nos guía hacia las personas necesitadas y utiliza nuestras palabras para ministrarles.

Oración
Señor Dios, te traigo a innumerables cristianos que son fieles al Salvador y están viajando por tierras musulmanas. Dales valor. Úngelos con el Espíritu Santo. Ayúdales a entablar una conversación, ofrecer un elogio o tender una mano amiga a las personas que encuentren. Que toquen a otros con la compasión de Cristo para darles esperanza y alegría. Ayúdales a ministrar la salvación del pecado, la luz en la oscuridad, la paz en la vida turbulenta y la victoria en el lugar de la derrota.

No pido que todos los cristianos se conviertan en ministros, sino que todos los cristianos tengan el valor de llevar a la gente a Jesús.

Ayúdanos a todos a vivir bajo la bandera del Redentor vidas que se describen como más que vencedoras.

Gracias. Amén.

Promesa
«No digas: “Soy muy joven”, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. No le temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte». Lo afirma el Señor. (Jeremías 1:7-8, NVI).