Esta semana oramos por una
Iglesia triunfante
Entre los musulmanes
Jesús nos prometió: “Sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte[1] no prevalecerán contra ella.” (Mateo 16:18, NVI). En la antigüedad, la puerta de una ciudad servía como lugar donde los ancianos de la ciudad se reunían para administrar los asuntos de su comunidad (Génesis 19:1; 23:10; Rut 4:1). Las puertas del Hades son el lugar donde el enemigo reúne a sus espíritus demoníacos para formular sus planes contra el pueblo de Dios. Reclamamos la promesa de Jesús para que la iglesia entre los musulmanes sea victoriosa y los complots de Satanás contra ella nunca tengan éxito.
Wahiba es una musulmana que ha puesto su fe en el Señor Jesucristo. Se le ha diagnosticado un cáncer avanzado. Su hermana musulmana trató de convencer a Wahiba de que le permitiera acudir a los espiritistas para que la sanaran. Pero Wahiba es una cristiana decidida y fuerte. Se negó rotundamente. Le dijo a su hermana que solo confiaría en Jesús para que la sanara.
Que el Señor Dios levante entre los musulmanes grupos fuertes de creyentes como Wahiba.
Oración
Gran Dios del cielo, bendito sea tu santo nombre por los siglos de los siglos. Tú eres todopoderoso. Tú eres nuestra torre fuerte. En la debilidad venimos a ti, pidiendo una poderosa iglesia triunfante entre los musulmanes. Te damos las gracias por los muchos musulmanes que vienen a Cristo en nuestro tiempo. Pero nos damos cuenta de que los creyentes allí necesitan comunidades vibrantes que estén llenas del Espíritu, centradas en Cristo, basadas en la Biblia y culturalmente relevantes. Oro para que tales comunidades surjan en cada sociedad musulmana como testimonio de tu gloria y poder.
Da a los líderes y miembros de estos grupos sabiduría, conocimiento, comprensión y discernimiento. Llénalos de perseverancia y valor. Revélales los profundos misterios que tienes reservados para tus hijos. Ármalos con poder y resistencia para resistir al enemigo y dar la batalla como corresponde a los soldados de la cruz.
En el poderoso nombre de Jesús. Amén.
Promesa
No prevalecerá ninguna arma que se forje contra ti… (Isaías 54:17, NVI).
[1] Las puertas del Hades o los poderes de la muerte.